Cuando pensamos en un toldo, inevitablemente lo asociamos al verano, pero instalar un toldo puede ser muy ventajoso en la época invernal.
En el post de hoy te contamos la ventajas de los toldos en invierno.
En invierno también hace sol
Los toldos nos vienen genial en verano para resguardarnos de los ardientes rayos del sol, no debemos olvidar, que aunque las temperaturas sean bastante más bajas, el sol sigue saliendo.
Es cierto que ante el frío agradecemos el calor que transmite el sol, pero también puede ser molesto si queremos disfrutar de un día invernal y soleado en nuestra terraza y nos da de pleno en el rostro.
Un toldo también nos ayuda a prevenir la decoloración de nuestros muebles, con el protegeremos el interior de nuestra casa de los rayos del sol, evitando que alfombras, cuadros, telas y resto de muebles se estropeen.
Un toldo nos protege de las inclemencias del tiempo
Hay en el mercado toldos resistentes al agua e impermeables con los que podremos disfrutar de nuestro balcón todo el año, independientemente de si llueve o no.
Bajando el toldo cerraremos el espacio, lo que nos protegerá del frío y de la lluvia.
Bien es cierto que hay que tener cierta precaución, si hay una lluvia muy intensa o mucho viento, lo conveniente es recoger el toldo para que no se dañe.
En este sentido, los toldos con cofre son los más recomendados, ya que cuando está recogido, la lona queda protegida por completo en el interior de un cofre de aluminio.
Protege del sol tu mobiliario de jardín
Un toldo no sólo nos protege a nosotros y a nuestra casa de los estragos solares, sino que también nos ayuda a cuidar de los muebles de nuestro jardín o terraza.
Si tenemos sillas y mesas, bien de plástico o de madera, pueden estropearse debido a una exposición excesiva a los rayos del sol.
Si los ponemos bajo de un toldo, nuestro muebles estarán resguardados y no se estropearán ni perderá el color.
Cuidados de tu toldo en invierno
Te recomendamos que cuando no lo estés utilizando, guardes tu toldo para evitar que sufra cualquier daño.
Si está sucio por el uso, es mejor limpiarlo antes de recogerlo.
Si no tiene ninguna mancha considerable, podemos pasar la aspiradora por la lona para quitarle el polvo.
Si está manchado, lo ideal es lavarlo con un jabón suave y agua templada. Es muy importante dejar que se seque antes de guardarlo ya que si se recoge mojado, puede aparecer moho.
Hay que tener en cuenta que los herrajes del toldo son metálicos, por lo que si no se secan bien, pueden oxidarse
Si cuidas bien de tu toldo podrás aprovecharlo todo el año, no solo en verano.
Comentarios recientes