Si observamos las fachadas de los edificios comprobamos como muchos pisos, y negocios, han instalado costosos aparatos de aire acondicionado para sobrellevar las altas temperaturas, propias de la temporada de verano. Y además, en Alicante y alrededores, el buen tiempo pero también el elevado calor está presente buena parte del año.
Pero al usar el aparato de aire acondicionado durante tantas horas al día, además del esfuerzo energético que se requiere para bajar cada grado de temperatura hasta alcanzar el confort, la factura eléctrica se dispara. Y todavía más si tenemos en cuenta los elevados importes que cada mes nos cargan en las polémicas y continuas subidas del recibo de la luz.
Según las mediciones y las estadísticas recogidas, por cada grado centígrado que el aire acondicionado logra rebajar, aumenta entre un 7% y un 8% el total de consumo eléctrico, con el pertinente reflejo en el recibo mensual. Es evidente que resulta insostenible, tanto a nivel medioambiental como, sobretodo, a nivel económico para el bolsillo de cualquier familia media.
Además, para muchos vecinos, el uso del aire acondicionado también les afecta a la salud: faringitis, neumonía o las habituales contracturas musculares son afecciones que obligan a muchos a prescindir del aire acondicionado como una solución viable para enfrentarse a las altas temperaturas y conseguir conciliar el sueño durante la noche, y poder disfrutar cómodamente de su casa durante el día.
Un buen toldo es capaz de reducir hasta en un 80% la necesidad de utilizar un climatizador eléctrico. Un simple toldo recomendado e instalado por un profesional reduce la temperatura del interior de la vivienda fácilmente entre 2 y 5 grados centígrados. Si además el sistema de protección solar instalado tiene en cuenta y es capaz de adaptarse a la arquitectura de la vivienda, puede rebajar las altas temperaturas del verano entre 5 y 10 grados. El descomunal ahorro en el recibo de la luz, y el aumento del confort conseguido en tu vivienda o negocio, garantizará tu satisfacción.
Desde el año 2002, el propio Parlamento Europeo considera que la protección solar de las viviendas es la solución más óptima para reducir el gasto energético de las casas. Incluso ha legislado sobre ello en su Directiva 2002/91/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2002 relativa a la eficiencia energética de los edificios. Y además se une al cumplimiento de los acuerdos promovidos por las Naciones Unidas en los acuerdos sobre el Protocolo de Kioto, para la reducción de los gases de efecto invernadero en el mundo.
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