Hay un elemento que todos tenemos en nuestras casas y que a menudo pasa desapercibido, las persianas.
Son imprescindibles en cualquier hogar y nos ayudan en nuestro día a día, tanto a regular la luz que entra por las ventanas como a propiciarnos cierta intimidad ante nuestros vecinos.
En el post de hoy te contamos que, además, son grandes aliadas durante el invierno.
Actúan como barrera térmica
Aunque nunca lo hayas pensado, las persianas actúan como una barrera frente al frío de la época invernal.
Al bajar las persianas, éstas frenan el viento, la lluvia o cualquier otra inclemencia del tiempo propia del invierno.
Si las bajamos del todo, actuaran como una barrera térmica, ayudando a que el frío no entre en nuestra casa.
Nos ayudan a ahorrar
Al ayudarnos a evitar que el frío se cuele en nuestro hogar, las persianas nos ayudan también a ahorrar en la factura de la luz.
No será necesario tener la calefacción encendida todo el día, podemos cerrar bien las ventanas, bajar las persianas y caldear la estancia un rato.
Las persianas ayudaran a aislar el calor, evitando que se pierda y así la habitación permanecerá caliente sin necesidad de tener la calefacción encendida todo el tiempo.
Esto supondrá un ahorro económico y de energía.
Protegen las ventanas de las inclemencias del tiempo
En invierno son más habituales las tormentas y el mal tiempo.
Lluvia, viento, granizo… la época invernal suele traernos fenómenos de este tipo.
Las persianas protegen los cristales de nuestra casa antes estas condiciones meteorológicas extremas, evitando que se rompan o que se dañen.
También evitan que se ensucien, cuando haya tormenta solo tendremos que bajar las persianas para evitar que los cristales queden marcados.
Un plus de privacidad y de seguridad
En invierno salimos menos y cambiamos las terracitas por un plan de peli y manta en el sofá.
A ninguno nos gusta que nuestros vecinos nos vean en pijama y batín mientras nos pegamos un atracón a palomitas… bajando las persianas problema solucionado.
Las persianas también nos dan un plus de seguridad. En las noches de invierno suele haber menos gente por la calle debido al frío.
Muchos ladrones aprovechan esa coyuntura para actuar con más comodidad, sabiendo que es menos probable que les sorprendan.
Bajando las persianas antes de irnos a dormir o si vamos a pasar unos días fuera de casa, añadimos una barrera más, por lo que les resultará más complicado acceder a nuestra vivienda.
Asociamos las persianas al verano y a controlar la intensa luz del sol de esa época del año, pero son igual de importantes y necesarias durante el invierno.
Así que ya sabes, si necesitas instalar o reparar tus persianas para que estén perfectas durante el invierno, consúltanos 😉
Comentarios recientes